El proceso de aislamiento de una instalación industrial tiene la función de minimizar las pérdidas de temperatura mediante el cerramiento de tuberías, depósitos a presión, etc, construidos en su mayoría de forma metálica, debido a la elevadas temperaturas a las que se ven sometidos. Este proceso supone un gran ahorro energético para las empresas y a la vez habilita que otros procesos industriales se desarrollen correctamente.
Los materiales con los que se llevan a cabo dichas labores, se eligen acorde con la temperatura y adaptabilidad de la forma más idónea, además de tener en cuenta el tamaño y geometría de la superficie a aislar. A continuación, algunos aspectos a tener en cuenta en torno a la superficie:
Aislamiento sobre chapa metálica
Cuando la superficie a aislar se trata de chapa metálica, hay que procurar que la dicha superficie esté lo mas limpia posible de humedades o posibles fragmentos resultantes del proceso anterior de montaje como pueden ser rebabas, partículas de soldadura, tierra, polvo, etc.
Aislamiento sobre acero inoxidable
Para esta superficie, además de todo el proceso descrito anteriormente sobre chapa metálica, es conveniente aplicar un tratamiento anti-corrosión, haciendo mayor incidencia en bridas y zonas donde se puedan crear humedades o exista presencia de agua.
Otro factor que debemos tener en cuenta es la seguridad, ya que gracias a este proceso, se consigue evitar posibles accidentes a personas por quemaduras sobre todo cuando estos equipos se encuentran ubicados en lugares con presencia de personal, a la vez que minimiza en la medida de lo posible un aumento excesivo de la temperatura en la sala donde se encuentre dicha instalación y evitando que este aumento de temperatura influya en otros procesos industriales.