
En los últimos años, el endurecimiento de las normas de calidad y la presión ejercida por la competencia han conseguido que las empresas dedicadas al mantenimiento industrial y la fabricación de maquinaria, como es nuestro caso, tengamos que transformarnos y adaptarnos a las nuevas exigencias constantemente. Esto quiere decir que nuestro trabajo ya no se reduce solo a cambiar piezas o instalar equipos al completo sino también a aplicar las nuevas técnicas que, debido a los avances tecnológicos y demás factores, se han hecho imprescindibles.
Por su parte, este mantenimiento preventivo es combinado, en la actualidad, con el denominado como predictivo, dentro del cual se realizan mediciones y otro tipo de comprobaciones sobre la maquinaria para evaluar su estado. De esta forma, puede saberse con antelación cuáles son las condiciones del equipo y actuar en consecuencia.
Las ventajas que proporciona la combinación de estos tres tipos de mantenimiento para las empresas propietarias de maquinaria son evidentes puesto que evita que, en un momento dado, sea necesario cortar la producción. Además, como ya hemos comentado, las reparaciones se pueden programar, por lo que el descenso en la actividad y las pérdidas económicas pueden ser reducidas a su mínima expresión.